Esta generación, considerada por muchos aficionados como la mejor formación de canteranos que ha dado el club, cerraba unos gloriosos años que dejaban paso a la etapa reciente del club, donde su dominio enflaqueció, para vivir los años de mayor disputa futbolística vividos en España desde los primeros años del siglo xx. Raúl fue el relevo generacional y futbolístico de Butragueño, ambos con el número 7 como dorsal, y representantes de dos de las mejores generaciones de canteranos que ha formado el club.