El diseñador siempre tuvo claro que la imagen que luciría por primera vez una camiseta madridista tenía que ser la de un dragón, camiseta del real madrid perfecto para definir y condensar la tradición y el presente madridista. Al poco tiempo se añadió de la Frontera, al encontrarse en la Frontera con el Reino de Granada y ser escenario habitual de escaramuzas y enfrentamientos entre ambos reinos. Sus heridas sin embargo eran mortales y nada podían hacer por él.