Los Crno-beli (blanquinegros) se proclamaron campeones de la temporada 1982-83, en gran parte debido a las extraordinarias actuaciones de su joven estrella Dragan Mance, quien ayudó al Partizán de ganar la liga al anotar 15 goles, convirtiéndose en un favorito de los seguidores. Se formó una nueva generación dorada del Partizán formada por Momčilo Vukotić, Nenad Stojković y Nikica Klinčarski a los que se les unieron Ljubomir Radanović, Zvonko Živković, Zoran Dimitrijević y Dragan Mance.