En los años 1960 apareció la moda hippy, de signo anticonvencional y antitecnicista, con un retorno a la tradición y a las prendas naturales. En los últimos años cobró un gran auge el prêt-à-porter, el diseño de moda a precios económicos y al alcance de cualquier estamento social, por su producción en serie. El mercado de la moda vivió cambios sustanciales, gracias especialmente al incremento de la producción textil y la democratización de los precios.