Tras la apertura de Japón a Occidente, a mediados del siglo XIX, el arte japonés contribuyó al desarrollo del movimiento conocido como japonismo, y diversos artistas europeos coleccionaron shunga, entre los que destacan Aubrey Beardsley, Edgar Degas, Henri de Toulouse-Lautrec, Gustav Klimt, Auguste Rodin, equipacion del real madrid Vincent van Gogh y Pablo Picasso. Aunque pudiese aparecer algún cuerpo desnudo en una imagen japonesa, sería en el marco de alguna escena íntima, cotidiana, como unos baños públicos, pero el cuerpo humano en sí no era considerado digno de representación para una obra de arte.